Del regreso del capitán a su barco
Fecha/hora de publicación: 18 de marzo de 2016 10:48:44
Por: Antonio Flores García
El regreso de Javier Garfio a la alcaldía capitalina podría ser calificado como la nota política de la semana, dado que no se esperaba dicho movimiento ni se había difundido rumor alguno en los días anteriores, ya que se desempeñaba como coordinador de la campaña de Enrique Serrano a la gubernatura.
Sólo las personas abajo mencionadas saben cuál fue la verdadera razón de dicho movimiento, aunque un servidor pone a disposición de ustedes su punto de vista al respecto, desde la óptica de cada uno de los actores políticos involucrados.
Desde la perspectiva de Javier Garfio:
El alcalde capitalino estaba interesado en contender por la candidatura al Gobierno del Estado por el PRI, la cual finalmente fue para Enrique Serrano Escobar. A ninguna persona, y creo que esto incluye a Javier Garfio, le gusta tener que apoyar a quien le ganó en una contienda de este nivel. No era una persona que encajara en el equipo de trabajo de Enrique Serrano.
Lamentablemente, en ocasiones la política obliga a quienes están involucrados en ella a someterse a la Ley de Herodes y esperar para cuando llegue su momento de competir. Otro punto a considerar son las medidas que el alcalde suplente implementó, lo que causó varios roces entre ambos.
Al no lograr la candidatura, su mejor alternativa era regresar a la alcaldía.
Desde la perspectiva de Eugenio Baeza:
Eugenio Baeza, uno de los empresarios más exitosos del Estado y del país, fue el compañero de fórmula de Javier Garfio y ocupó su lugar por 104 días cuando éste pidió licencia al cargo. En su breve estancia como alcalde consolidó el nuevo proyecto de alumbrado público y la adquisición de nuevos vehículos para la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Administrador por naturaleza, desde su llegada a la alcaldía comenzó a implementar medidas poco comunes en Gobierno, aunque comunes en la iniciativa privada, como la evaluación de desempeño a los funcionarios y la optimización de recursos, tanto económicos, materiales y humanos.
Incluso, cuando se estaba preparando el presupuesto del Municipio de Chihuahua para el año 2016, Baeza Fares encabezó reuniones con los funcionarios involucrados en domingo, algo poco común en gobierno, aunque común en las empresas cuando se trabaja contra reloj para cumplir fechas de entrega de algún proyecto.
Baeza Fares siempre se refirió públicamente a la ciudadanía como "los clientes" y él, como empresario exitoso, se dedicó a tomar las medidas necesarias para tener al cliente satisfecho. En su breve paso por la alcaldía se ganó la confianza y la buena opinión de la gente.
Una de las medidas más recordadas de Beza Fares fue el despido de más de 500 empleados de la nómina municipal, por no justificarse su presencia en la estructura municipal. Muchos de ellos eran operadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por lo que, al salir de la nómina, difícilmente iban a operar para el partido y, aparte de perder el voto de los exempleados, se perdería también el de las familias respectivas. Un gancho al hígado de la estructura operativa del PRI.
Desde la perspectiva del Gobernador César Duarte:
Desde el inicio de su administración, César Duarte ha sido un operador político hábil que ha sabido tomar decisiones adecuadas en el momento correcto. Y lo menciono en este momento porque, aunque sigue atendiendo los asuntos del Gobierno del Estado, también está pensando en "pavimentarle el camino" al candidato de su partido, Enrique Serrano Escobar. Los detalles de la pavimentación serán analizados en otra edición de esta columna.
La liquidación de empleados no necesarios en la nómina del Municipio de Chihuahua fue un golpe a la estructura del PRI. Pese a que pertenecen al mismo partido político, Lucía Chavira, quien aspira a la candidatura a la alcaldía por el PRI, y el Gobernador César Duarte son integrantes de grupos distintos al interior del PRI, por lo que a Duarte en el fondo no le molestaría que las acciones de Baeza Fares le restaran votos a Lucía Chavira, pero sí le preocuparía la pérdida de votos para Enrique Serrano.
Ésta es la humilde opinión de un servidor respecto al regreso de Javier Garfio a la alcaldía.
